Fase 2 Ronda Finalº Fecha | Torneo Clausura 2005/2006
Fecha y Hora: 20/05/2006 14.00 hs.
Estadio: Rivadavia de Lincoln
Árbitro: Osvaldo Albarracín
Rivadavia de Lincoln
(2) |
Patronato de Paraná (2) |
Formación:
Gerardo Fibiger, Sergio Bassa, Manuel García, Gonzalo Gho, Gustavo Nonino, Franco Rocha, Guillermo Suárez, Joaquín Pirez, Raúl Muñoz, Oscar Alsina y Diego Vera. |
Formación:
Sebastián Bertoli, Walter Andrade, Gabriel Graciano, Silvio Azogue, Augusto Prono, Claudio Weinzettel, Diego Ciarroca, Gastón Popelca, Edgardo Britez, Héctor Lencina y Gabriel Correa. |
DT:
Juan Carlos Pirez. |
DT:
Rodolfo Pereira. |
Suplentes:
Mario Staffieri, Mauricio Le Pors, Gonzalo Busto, Iván Barroca y Marcos Pomar. |
Suplentes:
Hugo Correa, Ramiro Santamaría, Pablo Lancioni, Victor Zapata y José Luis Marzo. |
Cambios:
70´ Gonzalo Busto x Joaquín Pirez y 87´ Iván Barroca x Raúl Muñoz. |
Cambios:
ST Pablo Lancioni x Gastón Popelca, 57´ Jose Luis Marzo x Edgardo Britez, 64´ Ramiro Santamaría x Hugo Correa. |
Goles:
21´ Gustavo Nonino y 31´ Sergio Bassa. |
Goles:
29´ Walter Andrade y 34´ Héctor Lencina. |
Amonestados
23´ Joaquín Pirez. |
Amonestados
51´ Pablo Lancioni. |
Expulsados
No hubo. |
Expulsados
No hubo. |
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Sin un Patrón a la vista.
El encuentro:
En un encuentro muy cerrado y de trámite parejo, Rivadavia y Patronato no se sacaron ventajas. El equipo de Lincoln, estuvo dos veces arriba en el marcador, pero no pudo mantenerlo. Por su parte, Patronato aprovechó bien los descuidos del local. Ahora ambos necesitan un triunfo para avanzar.
Las conjeturas previas, describían un encuentro en el que ninguno se iba a dar ventajas, de desarrollo peleado y luchado. Es que ambos equipos llegaron a éstas instancias, mostrando cómo característica principal el orden, y cómo principio fundamental, jugar cada partido cómo sí fuera el último.
Jornada de sábado, y la cancha del Rojo mostraba claros en varias partes de sus tribunas. Poca gente, alrededor de 1.600, teniendo en cuenta la instancia decisiva por la que atraviesa. Sin bien la gente alentó, no se mostró el colorido de otras tardes.
En los primeros minutos de juego, Rivadavia manejaba la pelota y se adueñaba del terreno mientras que el Rojinegro de Paraná, esperaba en su campo sin ejercer demasiada presión sobre los conductores del Rojo.
Parecían dos boxeadores que se estudian y no quieren dar el primer golpe, entonces el local buscaba pero no inquietaba, y el visitante tranquilo, mantenía su orden.
Habían pasado veinte minutos sin situaciones de gol. Tiro libre para Rivadavia, a un metro del área grande, levemente recostado a la izquierda del ataque local. Fue Nonino, y con un zurdazo tremendo al palo del arquero, decretó el uno a cero. Algarabía en el pueblo Rojo.
Parecía que el partido se abriría. Sin embargo, ocho minutos después, un pelotazo de Azogue desde su campo y la cabeza certera de Andrade le permitirían al Negro de Paraná conseguir el empate. Si bien el cabezazo fue potente y esquinado, cuesta entender la facilidad con la que contó el jugador para hacerlo. Desatenciones que se pagan caros.
Un minuto más tarde, y hablando de desatenciones, la que se duerme ahora es la defensa visitante, y el que aprovecha bien despierto es Bassa que, dentro del área chica le gana la espalda a su marcador y con cabezazo cruzado abajo pone el dos a uno. Ahora sí. Las cosas nuevamente en su lugar. La diferencia era justa e importante.
Casi inmediatamente, al menos eso pareció en la cancha, un pelotazo intrascendente se convertiría en la peor de las pesadillas para el local. Es que Manuel García, acompañando la pelota con un delantero que lo presionaba, toca atrás para su arquero, y éste en lugar de rechazarla, quiere devolvérsela al marcador de punta, pero pifia y la misma le queda servida al delantero visitante, Britez, que con todo el arco a su merced define, la pelota increíblemente pega en el poste y del rebote Lencina empata nuevamente para la visita.
Errores que se pagan muy caros. Lamentablemente éstas cosas suceden en el fútbol, y está vez le tocó al Uno Rojo. Cabe destacar también que ningún jugador de la defensa Albiorroja fue en busca del rebote.
Con el dos a dos se fueron los primeros 45´. Sabor amargo en la multitud local. Conciente de que sí bien el partido había sido de trámite parejo, tal vez el equipo de Lincoln hubiera merecido mejor suerte.
El complemento, no aportó demasiado para el desarrollo del juego. Patronato a medida que pasaban los minutos, iba retrocediendo y especulaba con alguna contra certera del ingresado Marzo. Por su parte el local manejaba la pelota, la hacía circular, pero no lograba conseguir la profundidad necesaria para quebrar a la defensa visitante.
Pudo desequilibrar Rivadavia mediante cabezazos. Una de Franco Rocha y otra de Vera en las que el Uno visitante resolvió de manera brillante. Y, tal vez, la más clara de Gonzalo Gho, que sólo y desde el punto de penal, cabecea desviado.
También Patronato pudo haberse llevado un mejor premio, de no ser por Fibiger quién le tapó un mano a mano Lecina, luego de que éste interceptara un pase corto hacía atrás de Nonino.
El partido no dio para más. El pitazo final del juez despertó un sabor amargo en la gente del local.
Faltan noventa minutos, nada está dicho. Las esperanzas radican en que Rivadavia jugando con un sistema distinto al acostumbrado por la característica de los jugadores que había en cancha, y con bajas importantes, fue mejor que su rival.
Ejemplos de equipos que revierten partidos de visitante sobran. Y éste plantel ha demostrado madurez en los momentos más difíciles. Por otra parte, es cierto que las estadísticas demuestran la dificultad del equipo de Lincoln para lograr triunfos fuera de su casa.
Basta de conjeturas, ahora sólo se debe pensar en cumplir el objetivo, ir a Paraná a pescar el dorado triunfo.
Calificación del encuentro:
Intenso.
Condicion del campo de juego:
Bueno.
Recaudación:
No fue suministrada.
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