6º Fecha | Torneo Apertura 2005/2006
Fecha y Hora: 10/09/2005 15:30 hs.
Estadio: Presidente Juan Domingo Perón.
Árbitro: Alejandro Toia
Chacarita
(0) |
Ferrocarril Oeste (0) |
Formación:
Leo Aguirre, Leopoldo De la Vega, Víctor Molina, Juan Insaurralde, Martín Valli, Sergio Ponce, Mariano Mignini, Ignacio Piatti, Nestor Pedroso, Alex Rodríguez, Facundo Gareca. |
Formación:
Martín Ríos, Pablo Saucedo, Iván Macalik, Federico Fazio, Ezequiel Echeverría, Mariano Baralle, Luis Catalán, Matías Carabajal, Nicolás Di Forti, Luís Salmerón, Guillermo Doelvers. |
DT:
Héctor Rivoira |
DT:
Ricardo Pereira |
Suplentes:
Hernán Coldeira, Pablo Aguilar |
Suplentes:
Valentín Brasca, Tomás Farina |
Cambios:
15’ Facundo Parra x Pedroso, 25’ Hernán Ferri x Mariano Mignini, 29’ Jorge Drovandi x Sergio Ponce. |
Cambios:
10’ Matías Díaz x Nicolás Di Forti, 25’ Gonzalo Castellani x Matías Carabajal, 32’ Eugenio Klein x Guillermo Doelvers. |
Goles:
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Goles:
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Amonestados
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Amonestados
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Expulsados
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Expulsados
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Aburrido empate en 0, brindaron Chaca y Ferro en San Martín.
El encuentro:
Nos convoca la narración de un partido de fútbol, es cierto. Ahora, dudo que encuentre la forma de hacerles creer que en San Martín se jugó un partido de fútbol. Podemos comenzar enumerando una serie de excusas y/o justificativos. Nos encontramos con que el local, Chacarita, venía de una importante victoria en Tres Arroyos, con aceptable campaña e invicto en el torneo; aunque de mesurados rendimientos y sin un poder de gol que trascienda las mínimas diferencias. Por el otro lado, el Ferro de la juventud y su esquema defensivo que lo presenta como ese mezquino rival que nada cede y todo lucha con dureza. Empecemos, entonces, a imaginar lo predecible: partido cerrado, contienda de duros que buscan el error ajeno para apropiarse un pseudo mérito. Ese es el partido que nos toco vivir.
En un contexto que ya desde las tribunas se tornaba hostil, el apoyo local a uno de sus “próceres” Hector Rivoira ante la unánime agresión verbal de los hinchas de Ferro, prueba ello de resquemores de un reciente pasado que aún no cesan. La primera etapa comenzó con dominio funebrero, jugando a diagnosticar el planteo opuesto, algún iluso pudo imaginar que la visita querría dar un batacazo. Hubo 10 minutos que auguraban una partidazo, Alex Rodríguez tuvo 2 llegadas: en la primera cerca estuvo de conectar un cabezazo frente a la portería de Ríos, la segunda ingresó por derecha y su definición hizo vibrar el poste. Ferro contestó con una llegada de Di Forti, previa habilitación del inquieto Doelvers, pero un concentrado Leo Aguirre se anticipó para fraguar el intento.
De estos primeros 45 minutos, quedó el aburrimiento de ver 2 elencos signados por las luchas constantes en el medio juego, no se cedieron espacios, no le dieron lugar a los pensantes que quedaban enredados entre las múltiples marcas. La pelota no se manchó, y que no se entienda esto como una emulación de aquella frase célebre del más grande, sino que se debe a que no tuvo oportunidades de rozar el césped, porque allí no pudo deslizarse. Nadie ponía el balón sobre el piso, nadie lo hizo circular, no hubo juego por bajo, al contrario: el esférico fue empleado para cortar los fuertes vientos y el aire que transitaba en el campo de juego. Chacarita fue el que propuso la ofensiva, pero chocó con esa férrea defensa verdolaga que nada cede, que todo lucha; y, como siempre, con un destacado Martín Ríos que mostró sus reflejos en tres llegadas importantes, con sendas atajadas ante Mignini en 2 oportunidades y en un tiro de Ponce. Ferro no tuvo chances, Salmerón se retrasaba para recibir, pero siempre fue absorbido por la defensa, Doelvers no encontró la manera de explotar su habilidad en velocidad, y la media cancha solo se dedico a marcar las proyecciones de sus rivales.
No fue audaz la propuesta de los protagonistas en la segunda parte, para revertir la pobreza de recursos ofrecida en la primera mitad. Siempre en el avance Chacarita, siempre en la respuesta Ferro. Quites, marcas, pelotazos de un lado a otro, vías obstruidas a los creadores….elementos que reflejan una puja cerrada, razones para dar por ganado este partido al frío, que muchos creyeron poder combatirlo con la tensión del juego. La fuerza del ingresado Parra en Chacarita, mostraba una luz en complicidad con los destellos de fútbol del “Gato Mignini” y los avances de Piatti y Ponce, pero Gareca y Alex Rodríguez se perdieron en la seguridad de los altos Fazio y Macalik, dupla central visitante que se cansaron de evacuar el peligro en su área.
Recién sobre los 10 minutos finales, el ingreso del hábil Klein –que debutó en el torneo para Ferro- junto con Castellani, dieron cuentas que existía un Ferro de mitad de campo hacia delante. Se adelantó metros la visita y lución un juego, por momentos, propio de los gustos de paladar exquisito, pero no alcanzó para objetar el opaco partido del cual fuimos testigos.
Lo
destacado: El juego limpio: si bien fue un partido de mucha lucha y muy trabado, no hubo duras faltas ni patadas violentas. Tampoco se advirtieron discusiones entre jugadores ni con el árbitro. La conducta mostrada por los protagonistas fue impecable. La clara prueba de ello es que no hubo ningún amonestado en el encuentro.
Para
olvidar: Hay veces en que nos jactamos del folklore de nuestra gente, de sus ocurrencias, sus picardías, algunas hazañas. Pero cuando la cosa se pone violenta, debemos recaer en el repudio. Sabido es que Rivoira se fue mal de Ferro, que mucha gente puso en duda sus directivas en aquel partido en que, siendo técnico de Ferro, perdió contra el funebrero urgido por el descenso. Pero nada justifica las graves agresiones sufridas por “El Chulo”. Llamadas de amenazas a él y su familia, atentado de incendio en su domicilio, etc. Es lamentable que en nombre del Fútbol, o de cual cuadro fuere, se genere este espacio para los violentos que nada tienen que ver el color de este espectáculo.
Comentario
de la gente | hinchadas:
Chacarita: Siempre fieles, siempre multitud. En su reducto, Chacarita aglutinó 6.500 personas que adornaron los alambres de innumerables banderas, esas que están siempre. También tirantes en la cabecera. Alentaron, y defendieron a su crédito local, Héctor Rivoira.
Ferrocarril Oeste: Los de Caballito agotaron las localidades, sólo entre mil entradas; lo que hizo que no se vea una cabecera completa. La banda se hizo desear, llegó ya comenzado el encuentro con decenas de bandería verde de palos, que se agregaron a las treinta y pico de alambre ya estaban instaladas. Alentaron todo el partido y, como ya es frecuente en este torneo, apoyaron sin cesar a los pibes y aprobaron su actuación. Y, claro, no se olvidaron de Rivoira, que le hicieron sentir la hostilidad por su paso fallido en la institución.
Calificación del encuentro:
Malo
Condicion del campo de juego:
Bueno
Recaudación:
$ 25.601.00
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