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No convence.
Platense estiro un poco más la ventaja que llevaba sobre Temperley pero no de la manera que quería, empató sobre la hora 2 a 2 frente a Italiano en cancha de Estudiantes de Caseros luego de que el partido estuviera suspendido ocho minutos por la bronca que demostraban los hinchas Calamares contra el equipo y, principalmente, con Stagliano.
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Platense |
Sportivo Italiano |
Primera B |
Por Jonathan Sacco.
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05-03-2006 |
Finalmente, luego de tantas idas y vueltas, el cotejo postergado de la primera fecha de la segunda fase de la Primera B Metropolitana se pudo disputar 4 días después, por un virus que afectó a varios jugadores de la colectividad, y dejó varios temas para abordar: el pobre rendimiento del Marrón, los once titulares que presentó Accia, los disturbios de la gente visitante y el empate agónico del puntero de la categoría, que estuvo al borde del nocaut contra el anteúltimo de la tabla general.
El encuentro comenzó a disputarse con el cuchillo entre los dientes, Italiano, con más habituales titulares que suplentes (no como se especulaba), salió al verde césped a tratar de llevar adelante un “tramite” bastante difícil, que en menos de treinta minutos tenía a más amonestados que aproximaciones de gol. El primero en irse a las duchas fue Ismael Gómez, que a los siete minutos fue duró abajo sobre Norberto Acosta y Derevnín no dudó en expulsarlo. De ahí en más, aunque sea difícil de explicar, el local complicó a un Platense que no sabía a lo que jugaba.
Fue tal el desconcierto del conjunto de Stagliano en la cancha que a la media hora del partido estaba 1 a 0 gracias a Consistre, que definió capturando un rebote del arquero Arnaudo. Las 3 mil almas visitantes se impacientaban cada vez más porque veían que sus jugadores, en ventaja numérica, no encontraban el rumbo para atacar.
El entretiempo calmó un poco los ánimos y más cuando en una jugada intrascendente Lovera tiró un centro, recién comenzada la segunda etapa, que impactó en la mano del central Yacuzzi. El encargado de impartir justicia no titubeó y marcó la pena máxima. Mercier, el mimado de la gente Calamar, estampó el 1 a 1 que parecía el despegue futbolístico del líder de la B. Pero todo siguió igual, el Azzurro manejando los hilos del encuentro y, encima, minutos más tarde con la misma cantidad de jugadores que su rival, ya que González se iba expulsado por doble amarilla, luego de protestarle al referí.
Platense no convencía y la gente se lo hacía notar con reprobaciones permanentes, “actitud” reclamaba la parcialidad que se acercó al Ciudad de Caseros. Promediando el complemento, Consistre, otra vez, puso en ventaja al Tano luego de en un mano a mano con Arnaudo, que no pudo hacer nada ante el remate del “Pelado”.
Gris, era el color que encajaba justo para el momento que pasaba el conjunto de Vicente Stagliano, que recibía más insultos que sus dirigidos, contestando él con gestos irónicos. El equipo no encontraba el camino del gol y sus hinchas decidieron, como suele suceder en estos casos, suspender momentáneamente el cotejo. Reprobaciones de todos los colores recibían jugadores y cuerpo técnico, salvo Vega y Mercier. Faltaba poco para que finalice el único partido de la divisional que se disputó el sábado, el juego se reanudó y Platense gracias a Diego Albertini, luego de que la defensa tire el achique en un centro cruzado, consiguió un inmerecido empate que no convence a propios ni a extraños.
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