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En esta pelea, todo vale.
Y Sportivo tuvo que vestirse de fajina para poder sacar a flote un partido que en los papeles parecía accesible.
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| Desamparados |
Argentino A |
Por Dario Andres Dopazo.
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06/03/2006 |
Sin lujos, en desventaja numérica y con una enorme personalidad para reaccionar cuando debía, Desamparados metió tres puntos más para su cosecha, jugando de a ratos, peleando en otros. Lo complicó Cipolletti y también sus propias lagunas, esas en las que juega a lo que no sabe, como tirar pelotazos, y empareja partidos.
Fue victoria y merecida, por lo que hizo en los primeros minutos del partido y sostenida por la actitud para luchar en cada centímetro de la cancha cuando la mano no venía bien. Silvio Prieto (en dos oportunidades) y Mariano Núñez sentenciaron el triunfo Puyutano que se reacomoda poco a poco en la tabla.
El arranque sanjuanino fue mortal porque a los 3´, Prieto no pudo conectar con comodidad y desperdició una chance clarísima. Después, se juntaron con Núñez y trás una serie sensacional en velocidad, salvó el fondo Cipolleño. Era todo de Sportivo y a los 12´, otra vez fue Prieto el que desperdició una chance clarísima de gol. Pero a los 24´, llegaría la chance más clarita de todo este primer tiempo cuando Ariel Moyano pescó un rebote en el área y le quemó el pecho al arquero Ruiz.
Era todo Puyutano menos el gol. Ese desgaste hizo nublar a todos en el equipo sanjuanino y en vez de jugar corto, empezó a los pelotazos. Cipolletti, agradecido, hizo pie y empezó a salir. Primero con timidez y después más suelto. Tanto que a los 39´, Oscar Padua se encontró con un regalo en el área y fusiló a Guirado para poner el 1-0, inmerecido, de la visita. Ahí se nubló feo todo en Puyuta.
Sin reacción, a los tumbos, fue al frente y a los 43´ encontró algo de justicia en Prieto, que empujó al gol un corner peinado en el primer palo.
En el complemento, el arranque volvió a ser sanjuanino y esta vez a los 3´, Prieto no perdonó. Con el 2-1 a favor parecía que se acomodaban las cargas pero seis minutos más tarde, se fue expulsado Martín Flores. Esa desventaja numérica fue también un golpe de gracia, porque Sportivo se refugió excesivamente atrás y le dejó todo el peso de ir a buscar el empate a un Cipolletti limitado que se jugó la vida.
Hubo un par de sustos, como el cabezazo solitario de Padua que se fue por arriba o ese pelotazo en el palo de Juan Carlos Flores, cuando Guirado ya no tenía nada que hacer. Pero Sportivo es mística pura y sabe que de las peores es cuando más fortaleza suma y cuando la angustia era el paisaje en Puyuta, llegó esa corrida solitaria del peti Núñez para sentenciar la historia y poner otra vez en ganador a un Sportivo al que le faltaron lujos, pero le sobró personalidad para lograr su objetivo.
La solidez del Guti Castro en el fondo, la entrega de Artés metiendo todo, la seguridad de Guirado en el arco, fueron esta vez los argumentos en los que se asentó una victoria trabajosa, dura, pero trascendental en su futuro. Como lo manda el manual de este Argentino.
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