|
|
|
|
Victoria en Mendoza con un sabor especial.
Con un gol de Mariano Núñez, Desamparados venció a Luján de Cuyo y dió un paso grande a la clasificación.
|
|
Desamparados |
Argentino A |
Por Dario Andres Dopazo.
|
27-02-2006 |
Mendoza y los equipos mendocinos parecen estar hechos a la medida de la mística de Sportivo Desamparados. Porque ayer volvió a repetir lo que se le está haciendo una costumbre en el Argentino A: amargar a los mendocinos de locales.
En el Apertura había sido ante Independiente Rivadavia y en este Clausura la víctima fue Luján de Cuyo, en el Jardín del Bajo. Fue victoria ajustada, pero totalmente merecida a partir del orden colectivo de un equipo como el de Dillon que ya sabe a lo que juega. Victoria por 1-0 con ese gol de Mariano Núñez, a los 21´ del primer tiempo. Pero merecida antes y después de esa conquista que nació de un "horror" en la salida del arquero Lavorante, que -por supuesto- Núñez no desperdició.
Ya desde el arranque del partido Desamparados fue metiendo lentamente la ansiedad de Luján en una milimétrica telaraña táctica, que dejó al dueño de casa sumido en la impotencia.
Héctor Escrivá marcó territorio muy rápido en el medio, atrás todos sintonizaron la onda y los de arriba sacaron a la luz, con su movilidad, las falencias defensivas de los Violetas que querían ir al frente pero no sabían cómo hacerlo. Se repitieron en pelotazos para las diagonales de Javier Paratore y nada más. Ese fue su argumento en toda la tarde mendocina y Desamparados entendió que el juego, su juego, estaba en cuidar la pelota, manejarla con profundidad y lastimar con velocidad.
No había pasado mucho hasta que Lavorante se equivocó en lo que era una salida sencilla y Mariano Núñez la cazó en el aire. Encaró, aguantó y apenas pisó el área, metió el zurdazo cruzado para enmudecer a todo el Jardín del Bajo. Con el 1-0 a su favor, Sportivo jugó a lo que mejor sabe. Esperó, dejó todo el gasto en manos de Luján y se relamió acunando la contra que podía definir todo.
A los 41´ casi lo tiene cuando Luis Sarmiento decidió terminar una excelente salida de derecha a izquierda con un zurdazo bajo y rasante que se perdió cerca del palo izquierdo de Lavorante. Ese pudo ser el gol de la sentencia definitiva pero Luján tenía esperanzas para el complemento.
Pero volvieron con el mismo traje y Sportivo lo volvió a asimilar rápido. Tanto, que a los 3´ del segundo tiempo, después de un sensacional desborde de Sarmiento, llegó el centro para Prieto que no pudo definir de derecha y su remate se fue por arriba. Ese fue el aviso de peligro para las ambiciones de Luján, que debía ir al frente pero sabiendo que Sportivo no le iba a perdonar ningún paso en falso.
Hubo presión sin ideas del local. Muchos pelotazos y un par de sofocones como esa chance que Javier Paratore desperdició estando más que solo. Luján quería y no podía. Sportivo, con el tiempo como aliado, se volvía a dar un gusto en Mendoza.
|
|
|
|
|
|
|