Con un empate del Docke, deberá jugar la Promoción para mantener la categoría.
El inicio del partido mostraba a los equipos acomodándose en el terreno de juego,
a San Carlos cumpliendo sin problemas con su misión de mantener el cero y esperar
para jugar de contragolpe.
Pero el destino no estaba marcado a favor de la Villa. El juez Eduardo Gutiérrez
vio un pelotazoen la boca de Urquiza como una mano intencional y marcó penal.
El arquero Diego Paullitti abandonó sus tres palos para abrir el marcador desde
los 12 pasos. Esa jugada fue el principio del fin, y ahí se empezó a cocinar
la derrota de los de Gorostieta, que al final fue 3-0 ante Barracas Bolívar.
El resultado final parece desmentirlo, pero en la primera parte los de Berisso
le pusieron una gran resistencia al rival. Cerraron todos los caminos al arco
de Churrupit y nunca se vieron desbordados.
Los tiros de larga distancia eran la única fórmula que tenían los de Rojo. Y
el gran marco de público que se dio cita en el Estadio Municipal de Bolívar
empezaba a perder la calma.
Claro, todo cambió con aquella jugada de los 6 minutos de la segunda etapa.
La mano salió mal barajada y hubo que salir a cambiar golpe por golpe en la
inmensidad de la noche bolivarense. Y ahora la desesperación jugaba a favor
de los dueños de casa.
Era cuestión de dar el todo por el todo y esperar que la fortuna le diera la
derecha a la camiseta celeste. La Villa hizo su parte, se lanzó a buscar el
empate, y dio todo por la causa.
Pero esta vez la fortuna se hizo la desentendida. Hubo coqueteos de un lado
y del otro, hasta que finalmente la taba cayó del lado de Barracas en el minuto
39. Y ahí ya no hubo nada que hacer. La historia había quedado decidida. El
tercer golpe apenas fue un intento por intentar poner nocaut a un equipo que
pese a todo se mantiene de pie.
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de todo lo que ocurrió desde el corazón mismo de la cancha con
nuestros corresponsales Antonio Rafael Fagnano y Miguel
Angel Villacorta.