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La alegría es toda del Pirata.
Belgrano le ganó a Talleres por 2 a 1 y se adueño una vez más del clásico cordobés. El “Celeste” pudo dar vuelta por primera vez en la temporada un resultado adverso y cosechó tres puntos fundamentales para seguir sumando en la tabla general, y porqué no, en el torneo clausura.
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| Belgrano de Córdoba |
Talleres de Córdoba |
Nacional B |
Por Gonzalo Golocovsky.
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16-04-2006 |
El imponente marco que presentó el Estadio Olímpico de Córdoba era la ilustración de la gran ilusión que mantenían ambas parcialidades. El “Matador” quería treparse a la punta y el “Pirata” se ilusionaba con seguir con la paternidad ante su histórico rival. Más de 40 mil personas le otorgaban color y calor a la tarde cordobesa. Banderas, bengalas, gorros, bombos, papeles, globos, etc. todo era bienvenido para expresar el amor por las camisetas. La mesa estaba servida y los comensales eran quienes debían justificar tanta expectativa.
La pelota rodó y fue Belgrano quien tomó la iniciativa. Ambos equipos se pararon con un similar esquema de juego: tres defensores, cuatro volantes, un enlace y dos hombres de punta. Si bien el “Celeste” fue quien contó con la primera oportunidad en el partido tras un desborde de Arriola que conectó Gigli y pudo controlar Argüello, Talleres comenzó a ser el protagonista del juego. Barrionuevo comenzaba con una buena tarde, lo acompañaba Cabrera por derecha, se sumaba Zarate y Lázaro y los delanteros esperaban por alguna chance.
A los 20 minutos Germán Montoya, arquero de Belgrano, quiere despejar una pelota que le rebota a Mansanelli y le queda solito a Barrionuevo que lo único que tuvo que hacer fue darle un pase a la red. Talleres aprovechó al máximo el grosero error del arquero “Pirata” y lograba que la fiesta se traslade a las tribunas locales.
Talleres, contó con varias chances de aumentar el marcador en esta primera mitad. Coria, Leguizamón y Cabrera no pudieron concretar y luego lo pagarían muy caro.
La gente de Belgrano comenzó a ganar el partido en el entretiempo. Los cantos parecieron hacerse oír en los vestuarios y el equipo de Ramacciotti salió distinto al segundo tiempo, con más actitud y predispuesto a conseguir la victoria que vino a buscar. El ingreso de Andrés Aimar por Mansanelli resultó ser la clave del triunfo.
El de Río Cuarto, estuvo imparable por derecha, se asoció a Frangipane y el fondo “Albiazul” no supo cómo contener al payasito. A los 13 minutos, luego de un corner ejecutado por Paolo Frangipane, Bolatti cabeceó, Arriola se la cedió a Campodónico y el goleador gritó por tercera vez en dos presentaciones en el derby cordobés. El partido ahora estaba igualado 1 a 1 y los corazones latían cada vez más fuerte.
Saporitti cambió a Coria por Barrionuevo y Talleres perdió presencia en el área rival. Por su parte, Belgrano continuaba presionando y buscaba el desequilibrio a su favor. No obstante, en una contra muy bien elaborada, Bustamante tuvo en sus pies el segundo gol de la “T”, pero en una espectacular respuesta Montoya controló una jugada que pudo haber cambiado el trámite del partido.
El estallido final llegó a los 23 minutos. Andrés Aimar controló la pelota detrás de mitad de cancha, avanzó, avanzó e intentó rematar, le erró a la pelota pero siguió con ella, enganchó una vez, otra y otra dejando a tres defensores atrás y coló la pelota de zurda por sobre el costado de Marcos Argüello que nada pudo hacer ante la tremenda apilada del hermano de Pablo. La tribuna de Belgrano exploraba de alegría y el “hijos nuestros” retumbaba en los oídos de los parciales “Albiazules”.
Los últimos 20 minutos, Belgrano se retrasó y reventó a la tribuna todo lo que tenía enfrente. Talleres intentó, buscó pero nunca encontró. Dos cabezazos de Cabrera y otro de Oyola pudieron equilibrar el marcador, pero para fortuna de la “B”, ninguno encontró destino de red. El pitazo final trajo consigo las continuas cargadas de la gente de Belgrano y las caras largas de los hinchas de Talleres.
El clásico número 381 dejó como saldó una leve ventaja de Belgrano por sobre su rival. El “Celeste” ganó 140, el “Matador” 138 e igualaron en 103 oportunidades.
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