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Al piso. Chiche Castro le devuelve atenciones a Guzmán. Molina, Medina y Larrondo miran junto a la árbitro Estela Mary Alvarez de Olveira, que no tuvo buen partido. |
Las manos cada vez más enormes de Emanuel Guirado, el cerebro de Silvio Molina y el corazón de todos fueron los estandartes para que Sportivo Desamparados pudiera sumar en Villa María un punto que tiene olor a clasificación.
Contra un Alumni ambicioso y necesitado, Sportivo puso el pecho, capeó los momentos adversos y terminó sumando fuerte. No fue sencillo. En especial el primer tiempo, fue un tormento para el equipo puyutano porque Alumni con el trabajo de sus dos carrileros (Robles y Yocca) desequilibró el esquema de Magistretti, le hizo un gol y estuvo ahí de liquidarlo en dos jugadas que Guirado resolvió con enorme clase como para dejar con vida al equipo.
El comienzo, como se veía venir, fue a pura furia en Alumni. Haciendo pesar su localía, se paró el terreno sanjuanino pero curiosamente, la primera llegada fue de Sportivo a través de Silvio Molina, que le pegó desviado probando de media distancia. Pero poco a poco los dos volantes por afuera de Alumni, David robles y José Yocca, empezaron a ganar en el medio y Desamparados se descompensó.
A los 13, Guirado dio el presente para contener el rechazo defectuoso de Díaz que iba al gol en contra tras un remate de Robles. Sportivo mostró las uñas en una contra que Saucedo definió al primer palo pero ya sufría.
A los 26, Robles encaró, ganó por izquierda y metió el centro al segundo palo, rasante, para que Badaracco, solito, empujara al gol. Alumni se agrandó en serio con la ventaja y puso contra las cuerdas a Sportivo. Guirado se hizo invencible al tapar dos mano a mano con Badaracco, primero, y luego con Basualdo, después. Ese fue el gran error de Alumni: dejar con vida a Sportivo.
Porque a los 46, cuando se moría el primer tiempo, Silvio Molina cambió de libretos en un tiro libre y ayudado por la dudosa posición de Larrondo, dejó sin respuesta a Berardo para poner el 1-1.
En el complemento, Desamparados se rearmó mejor. Le quitó recorrido a los dos carrileros rivales y con eso empezó a controlar la desesperación de Alumni. Aunque la angustia no desaparecería porque a los 20, tras un rebote, basualdo quedó mano a mano con Guirado y el Mono le hizo penal. Lo pidió el capitán Hernán Medina pero no contó con la capacidad de Guirado para los penales porque su remate -fuerte y esquinado- se topó con las manos del 1 puyutano para decepción de todo Villa María.
Quedaron 20 minutos de partido para ver la desesperación y la impotencia del lado de Alumni y para gozar, una vez más, con la enorme personalidad de un equipo como Sportivo que sacó a relucir toda su mística, para aguantar un resultado con todo en contra. |
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Gentileza de www.diariodecuyo.com.ar |
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