Jugaba uno de los líderes del torneo, con el resultado de Morón puesto y, por
ende en busca de la soledad en la cima de la tabla de posiciones. Enfrente estaba
El Porvenir, que en ningún tramo del torneo hizo valer su reciente descenso
y se encuentra en una crítica situación: Al fondo de la tabla de posiciones,
como así también en los promedios.
Se sabía que iba a ser una difícil tarea quitarle algún punto al puntero del
campeonato. Pero ese panorama se desestabilizó al minuto de juego, cuando el
árbitro del encuentro, Juan Sciancalépore, sancionó un penal a favor del conjunto
blanco y negro. Julio César Gómez fue el encargado de ejecutar el disparo desde
los doce pasos. El delantero del Porve no falló y convirtió, pero el árbitro
observó una invasión en el área y lo anuló. Fue en ese momento cuando el karma
de los penales volvió a jugarle en contra a los dirigidos por Salvador Pasini.
Cristian Campestrini detuvo el remate y Almirante Brown lo aprovechó de sobremanera
como empujón anímico para llevarse por encima al Porve.
No pudo reaccionar. El equipo volvió a mostrar su peor cara: muchas desatenciones
defensivas, poco volumen de juego, poca concentración, escaso juego colectivo,
abuso del pelotazo y un deficiente juego aéreo.
El desacierto del penal fue un duro golpe, el cual no supieron superar.
Brown sacaba provecho de esa situación anímica de su rival de turno y la llegada
del gol era sólo cuestión de tiempo. A los 11 minutos de juego, tras una muy
buena jugada colectiva, Federico Maraschi, la figura de la cancha sin lugar
a dudas, conectó un centro de Walter Gómez y, gracias a su toque con la punta
del botín que finalizó su recorrido en la red, Almirante escalaba hacia la tan
ansiada soledad en lo más alto del torneo, justo una fecha antes del choque
con su escolta Deportivo Morón. Mejor imposible.
Almirante sacaba ventaja con la velocidad de Maraschi, quién no sólo convirtió
el primero sino que fue el autor del segundo. Ocurrió a los 37, cuando en medio
del área visitante dio una muestra de gambetas en escasos metros, también fusionada
con una correcta utilización del físico, y facturó como pocos lo hacen: simpleza
y calidad.
Dos a cero y un Porve que no encontraba respuestas. Recién en el minuto de descuento
de la etapa inicial tuvo una llegada que pudo haber lastimado a la Fragata.
Por muy poco no ingresa al arco el cabezazo de Julio César Gómez luego del centro
de Guillermo Doelvers.
En el segundo tiempo Almirante se dedicó a regalarle a sus hinchas algún que
otro lujo, dejando en claro el porqué de su ubicación en el torneo.
El Porvenir, con varios cambios ofensivos, buscó la manera de romper con la
segura y eficaz defensa local. Los minutos pasaban y la victoria, que desde
el primer tiempo estaba prácticamente asegurada, terminó siendo una feliz realidad
para Almirante Brown, mientras que en Gerli se vive una crítica situación que,
fecha tras fecha, preocupa aún más a los hinchas del Blanquinegro.
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de todo lo que ocurrió desde el corazón mismo de la cancha con
otro de nuestros corresponsales: Astrid Gomez Nardo