|
|
|
Aunque logró dejar atrás la seguidilla de derrotas, sigue sin poder llevarse los tres puntos. Ayer en Adrogué igualó sin goles ante San Telmo y sumó así el cuarto empate consecutivo desde la llegada del “Nene” Juan Carlos Díaz a la dirección técnica.
Sin embargo, fue quien dejó mejor imagen sobre el final del encuentro por las ganas, el empuje y la cantidad de oportunidades de convertir que fueron desperdiciadas.
El comienzo fue bastante pobre en cuanto a jugadas claras y precisión, ya que abundaba el juego trabado en la mitad de la cancha y la escasez de espacios para la creación. El local se resguardaba quizás demasiado en el fondo para no correr riesgos, pero a la vez presionaba con los delanteros Grecco y Alvez sobre la salida rival cuando intentaba salir jugando.
Justamente fueron ellos quienes con sus apariciones lograron inquietar en primera instancia a Ponzio.
Poco había para destacar en un reducido e irregular campo de juego que contribuyó un poco a la imprecisión generalizada. No hubo más que el toque distinto pero a cuenta gotas de Ferreiro, muchas veces neutralizado hacia los costados, en Italiano y por el lado del Candombero algo de Baldo metiendo pelotas a las espalda de los centrales sumada a alguna aparición de Gandarillas con remates desde afuera.
El segundo tiempo arrancó mejor, con otra perspectiva porque tuvo más ritmo y San Telmo se fue con todo para adelante. Así Alvez cruzó un remate al área pero nadie llegó a empujarla a la red y en la siguiente apareció el uno visitante para enfriar la situación. Minutos más tarde, el mismo delantero brasileño del conjunto local cabeceó por arriba del travesaño en jugada que comenzó con un error de Contreras en la mitad de la cancha al intentar tocar erróneamente hacia atrás.
En el medio hubo un peligroso tiro libre de Ferreiro que Ardente sacó al corner, pero los de la Isla seguían haciendo mejor las cosas hasta ese momento ya que ganaban la zona del círculo central y tanto Baldo como Gandarillas ponían en aprietos una y otra vez a Ponzio con tiros de media distancia.
Después, cuando transcurría la media hora, todo se hizo bastante pobre salvo apariciones aisladas de Ferreiro que le daban un poco más de claridad al Azzurro. El ex enganche de Atlanta, Temperley y Racing habilitó a Velásquez para que rematara cerca del palo y enseguida le cedió la pelota a Pelanda, pero el destino de la misma también fue afuera del arco.
Sin embargo daba la impresión de que si Italiano apretaba el acelerador no le costaría demasiado convertir y llevarse los tres puntos en los quince finales a medida de que San Telmo retrocedía contra su arco.
Volvió a estar cerca Pelanda en un par de llegadas e incluso el palo izquierdo le dijo que no cuando restaban diez, evitando el gol que ya merecía pero que nunca llegaría. Quedó tiempo para un intento de Raimondi, pero todo quedaría en cero y el reparto correspondiente de puntos que a ninguno de los dos les fue suficiente para engrosar el flaco promedio del descenso.
|
|
|
|
|
|
|