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Por una cabeza
Por un cabezazo de Zabaleta el Brown de Casanova fue más que su homónimo de Adrogué. Eso sí, Almirante fue un aluvión de entrada y un cementerio de pánico en el final. Eso en principio el Tricolor lo sufrió, y en el epílogo con poco se lamentó.
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Brown de Adrogué |
Almirante Brown |
Primera B |
Por Mariano Impini.
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05-02-2007 |
Agresivo, ambicioso, el Almirante demostró de arranque nomás porqué es el candidato de muchos. Con dos tanques en el fondo, la solidez de Orfila en el medio y los embates de Romero, Penco, Maraschi y compañía, arrinconó al Tricolor en su campo hasta sacarle el jugo. Así, al minuto Adrián Romero estrelló un remate en el palo izquierdo del arco defendido por Bangert. Nueve más tarde el palo derecho del ‘1’ se iba a convertir en el nuevo salvador de la visita. Esta vez Sebastián Penco con su cabeza veía como la redonda se negaba a inflar la red del ‘Trico’, que a esa altura parecía no haber salido a la cancha.
A los 19’ ningún Dios ni Santo pudieron salvar la previsible caída del arco visitante. Por arriba, una de las torres del fondo de Almirante facturó: Carlos Zabaleta. El central de la ‘Fragata’ rompió el cero con un inobjetable cabezazo que decoró un centro proveniente de los pies de Adrián Romero desde el corner izquierdo. La ventaja del local le sentaba bien al trámite planteado hasta el momento.
Los aires de Isidro Casanova vaticinaban una abultada goleada. Pero por suerte para el ‘Trico’ el tiempo cambió. Almirante con la ventaja sacó el pie del acelerador y le dio respiro a la visita. De a poco, las dos líneas de cuatro que dispuso Raimundo se fueron soltando y sobre todo, alejando del fondo. El aluvión en que supo convertirse la ‘Fragata’ duró 20’.
Al ‘Trico’ el arco de Campestrini le quedaba muy lejos, tal es así que la primera y única llegada de la etapa inicial la tuvo a los 42’. Tibia pero llegada al fin, en la cabeza de Barbona primero y en los pies de Villamayor después, se esfumaban las efímeras chances de igualar el marcador.
El complemento pintó distinto en todo su desarrollo. El dueño de casa replegado y a la expectativa y un visitante que con más vergüenza que fútbol lo fue a buscar. Afuera Cirelli de floja tarea en su improvisada posición de doble cinco por izquierda y a la cancha un delantero: Leonardo Carboni. Raimundo movía piezas. Retrazó a Zagharian (clave en el empate contra Tristán Suárez) y le dio pista a un atacante de lucha que entró para hacer lo que Montenegro no pudo lograr en toda la tarde: lastimar.
La solidez del Brown de Casanova tambaleó en los últimos minutos. Centros y llegadas de arremetida poco claras se empezaron a suceder en el arco de Campestrini que respondió a todas. El de Adrogué murió en el intento de empatar y con el pitazo final de Sciancalépore de flojo arbitraje, se trajo del Oeste al Sur del Gran Buenos Aires la primera derrota del campeonato. Todo… todo por una cabeza.
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