Esta tarde Colegiales arrancó dormido, San Miguel lo presionaba, le
sacaba la pelota y parecía superarlo también desde lo físico.
Y de no ser por las malas decisiones de Juan Ledesma primero y Romero después,
cuando estaban en superioridad numérica frente a Verza y despilfarraron
oportunidades claritas de gol (el loco Steinbach todavía se lamenta que
no lo habilitaran), la historia talvez hubiera sido otra. Pero sobre el final
del primer tiempo Sebastián Tagliabue se iluminó y luego de una
gran jugada individual puso a Colegiales arriba, momento clave, durísimo
irse así al vestuario para la visita.
Comienzo del complemento y nuevamente el Trueno parecía ser más
agresivo, Verza salva su valla exigido en dos tiempos y al toque Gerling solito
adelante del arco la cabecea por arriba. San Miguel se animaba, empujado por
su numeroso público que lo acompañaba desde el entretiempo (el
rumor decía que un hincha se había caído del tren en el
que venía la hinchada y eso retrasó su llegada a Vicente López)
y Cole se retrasaba. O amagaba estar drogui, cuando en realidad esperaba el
contrataque.
Y ahí se empezó a ver que la puesta a punto física era
distinta, los del Trico volaban en el ataque y la visita no los podían
parar. Encima los de Rodríguez, volcados hacia el arco de Verza, quedaban
parados en línea otorgando invitaciones a quien los quisiera encarar.
Burro Benítez le puso un pase mágico a Torres, quien la aguantó
ante su marca y definió cruzado y apenas desviado, era la señal,
marcaba el camino, porque en la segunda contra que tuvo el Totó hizo
todo bien y puso el 2-0. En tres minutos lo terminó de definir Tagliabue
de nuevo con todas las facilidades que otorgaba el fondo visitante.
El descuento de Angel Ríos a cinco del final les dio un pequeño
consuelo a los jugadores del San Miguel que ya no podían responder físicamente.
Colegiales pudo haber seguido marcando de contra, Torres tuvo otra chance y
Enrique estrelló una en el palo.
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de todo lo que ocurrió desde el corazón mismo de la cancha con
nuestro corresponsal Eduardo Corvalán.