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Era el momento indicado pero también tenía que aparecer el Cómo en Del
Bono. Esta vez, no dejó dudas y ganó, más que merecidamente, el partido
ante Gutiérrez Sport Club como para quedar bien parados de cara a la clasificación.
Esta vez, tanto lo quiso que pudo. Jugando bien por momentos, replegándose con criterio y orden en otros. Como un equipo. Sabiendo siempre cuál era el partido y apoyándose en rendimientos particulares de gran nivel. Con esos ingredientes, Del Bono armó una receta ganadora, convincente y, sobretodo, esperanzadora para el futuro en el Torneo del Interior. Fue victoria 3-1 pero pudo haber tenido como, decorado extra, varios goles más.
Empezó a todo vapor el Bodeguero, tanto que a los 50 segundos de juego,
después de un desborde de Quiroga, Pablito Moreno se comió la apertura del marcador al no conectar el centro cuando venía solo abajo del arco.
Fue toda una declaración de principios porque Del Bono metió a Gutiérrez
contra su arco. Lo frenaron los gases que invadieron la cancha pero cuando se reinició el partido, fue furia y fútbol juntos.
A los 16´ se lo volvió a perder Moreno, luego Galleguillo -de cabeza- y más tarde Duthú se la sacó a Diele.
No llegaba la apertura pero Del Bono seguía en la misma. Hasta
que a los 31, Juan Ruiz decidió meterle toda la rosca posible a un tiro
libre desde la izquierda y como nadie la tocó, la pelota entró mansa y
solita en el palo izquierdo del arquero mendocino. Justicia al fin en la
Esquina Colorada. Intentó sacudirse Gutiérrez pero ya Del Bono lo tenía medido.
Llegó el minuto 47, Lucas Quiroga armó una doble pared con Moreno
y definió abajo. Golazo y tranquilidad para el complemento.
En el entretiempo, el Celeste mendocino cambió fichas con tres cambios juntos pero la receta de ser súper ofensivo no tenía sustento colectivo. Eso lo aprovechó Del Bono y a los 10 del segundo tiempo, después de una tremenda apilada del Toto Páez por la derecha, llegó el centro que sobró a Diele pero que encontró a Pablito Moreno donde debía estar, para empujarla y sentenciar la historia en la Esquina Colorada. 3-0 y a dejarle el gasto del resto del partido que quedaba a un Gutiérrez desorientado a esa altura.
Del Bono se relajó un minuto y alcanzó para que Gerardi
descontara con un golazo. Pero la historia estaba escrita en celeste y
blanco: partido ganado, afuera los fantasmas de dos caídas consecutivas y
otra vez en carrera. Esta vez, querer fue poder en Del Bono. |
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